Anoche, frente a parte de las autoridades de la provincia, y con la participación masiva de representantes de la sociedad civil y organizaciones comunitarias, volvimos a escuchar la voz del pueblo, bajo la convocatoria del Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz y el staff de periodistas y Comunicadores que sirven desde los medios que representamos, los constantes reclamos de los ciudadanos que buscan afanosamente superar los males que nos afectan a todos por igual.
El salón Parroquial del Obispado de Baní, sirvió de escenario para concentrar a los actores sociales que han decidido dar un paso al frente por un pueblo digno de mejor suerte. Y hablamos de los males que arrastramos, de las obras que necesitamos, de las propuestas que entendemos harán la diferencia, y de las actitudes negativas que trastornan la imagen de nuestro pueblo.
Y hablamos de nuestros sueños y desvelos por el Baní que merecemos, donde se tomen las medidas pertinentes para erradicar los flagelos sociales que engendran la delincuencia. Y hablamos de la necesidad de crear fuentes de empleos y poner control en medio del desenfreno que se vive en la ciudad, pero también hablamos de la permisividad frente al crimen organizado, y de la falta de atención del Estado. Ahora que el pueblo se ha expresado, falta que las autoridades de la provincia se coloquen a la altura de las circunstancias y se reúnan para dar respuestas inmediatas a las necesidades planteadas por el pueblo.
El encuentro, con la presencia de la autoridad del obispo, se define como un paso trascendente, pero nos preocupa la ausencia del senador, de la gobernadora y del comandante de la Policía Nacional, tres autoridades que no debieron faltar para escuchar la voz de un pueblo que sólo busca aportar sus fuerzas para salir adelante. Cosa que sólo es posible con el concurso de las autoridades que nos representan en el Estado.