La población banileja reconoce la importancia de los recursos naturales, nuestro pueblo está asentado entre las márgenes de los ríos Ocoa y Nizao, contamos con el potencial necesario para impulsar el desarrollo del ecoturismo, pero aún no aprendemos a valorar la riqueza natural que heredamos.
Así nos encontramos frente a la degradación del litoral costero, donde por falta de inversión estamos perdiendo porciones de terrenos, como está ocurriendo en playa Los Almendros. Sin embargo, nuestro interés radica en mostrar los resultados del informe presentado por el ingeniero Gilberto Reynoso, en el Simposio sobre Disponibilidad y calidad de las aguas en Baní y condiciones del sistema sanitario de la ciudad, el cual fue organizado por la Sociedad de Desarrollo Ecológico El Manaclar, en coordinación con el obispo de la diócesis de Baní, monseñor Víctor Masalles.
En el encuentro, sin la presencia de las principales autoridades de la provincia, salieron a relucir datos que evidencian el alto nivel de contaminación que presentan las aguas del canal Marcos A. Cabral, según pruebas bacteriológicas realizadas en diversos tramos del referido acuífero.
La situación es altamente preocupante, por la concentración de bacterias como las pseudomonas, que son consideradas invasivas y peligrosas para el ser humano. Lo anterior se desprende del hecho de que al canal van a parar los desechos, incluyendo las heces fecales que van contaminando las aguas que son utilizadas para la producción agrícola.
Así también se encuentra el río Baní, contaminado y diezmado por la falta de atención de las autoridades medioambientales. No obstante, más allá de los cauces de los acuíferos, tenemos una ciudad donde por falta del sistema sanitario se están construyendo pozos sépticos en lugares donde existen pozos tubulares para el abastecimiento de agua potable, lo que podría desencadenar la contaminación de la población en gran parte de la zona urbana. Según el estudio, Baní está en estado de emergencia, frente a la indiferencia de las autoridades.
Justamente, en el marco del Simposio salió a relucir que el gobierno del presidente Danilo Medina dispuso de 85 millones de dólares para la construcción de un moderno sistema sanitario y alcantarillado pluvial en la ciudad de Licey al Medio, mientras que el estudio de levantamiento de la ciudad de Baní sólo conlleva una inversión de 62 millones de dólares. Pero, de algo estamos seguros, y es que en Licey al Medio, las autoridades funcionan y son escuchadas por el presidente de la República.