El liceo en construcción y en estado de abandono, ubicado en el sector Pueblo Nuevo, no tiene dolientes dentro del presente gobierno, a juzgar por la poca atención que se le ha prestado a su crítica situación.Este local para un centro educativo, levantado en unos predios de los herederos de don Rafael Ángel Franjul, ha sido objeto de robo de sus persianas, sanitarios, instalaciones eléctricas y del techado de un área que serviría como comedor.
El vecindario ha convertido este espacio en un peligroso vertedero de desechos sólidos, mientras que personas que vagan por las calles hacen sus necesidades fisiológicas en sus adentros y en el patio.
Además, en las noches es una guarida de delincuentes que atemoriza y aterroriza a los habitantes de las calles Nuestra Señora de Regla y dela Félix María del Monte.
Esta estructura física y su espacio, es un foco de contaminación, que amenaza la salud de los moradores, con la acumulación de aguas residuales, basura y las heces de los que han tomado sus espacios para defecar.
En medio de una revolución educativa que enarbola el gobierno, este recinto constituye una vergüenza y una ofensa a la sociedad educativa.