Al concluir el asueto de Semana Santa, aún con los accidentes que se registraron, donde contamos varias muertes en diferentes tramos de la carretera Sánchez, justo es reconocer el trabajo realizado por las autoridades locales para prevenir accidentes de tránsito, así como también para brindar seguridad en playas y balnearios, donde cada año se dan cita miles de vacacionistas.
Desde el inicio del operativo lanzado por las autoridades, en coordinación con los organismos de socorro, se pudo observar la integración de cientos de voluntarios a las tareas preventivas. Sin embargo, el trabajo de las autoridades choca con las actitudes negativas de individuos que se resisten a cumplir con las normas establecidas. De ahí que saludamos la actuación de la Policía Nacional en contra de los altos ruidos, y de las imprudencias que se articulan para llevar tragedias a la familia. Es evidente, que desde el Estado existe la intención de desmontar las estadísticas de muertes durante el largo asueto, pero no es menos cierto, que somos los ciudadanos los llamados a respetar las disposiciones emanadas de los organismos de socorro.
Es lamentable que la mayoría de las muertes ocurridas en las carreteras sean el resultado de la imprudencia de conductores de vehículos que manejan de forma temeraria, y en el peor de los casos, consumiendo bebidas alcohólicas. Otros se bañan en zonas prohibidas, donde sus vidas corren peligro, a pesar de las advertencias de las autoridades.
Como podemos apreciar, es mucho trabajo para el personal voluntario que se afana por proteger la vida de quienes se muestran indiferentes ante las medidas preventivas. De ahí nuestro reconocimiento a los miembros de las diversas instituciones de servicio, a la Policía Nacional y a los cientos de voluntarios que durante la jornada de Semana Santa se dedican a orientar a quienes se desplazan hacia sus lugares de destino.