La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (ACOFAVE) dijo que la importación y venta de los vehículos sin sujeción a las normas establecidas puede prestarse para maniobras fraudulentas, tendentes a la implementación de prácticas de competencia desleal, burlar al fisco y violar la ley anti lavado de activos.
Enrique Fernández, presidente ejecutivo de ACOFAVE, respondió a una solicitud recogida por la prensa escrita de una regional de una de las asociaciones de dealers, para que el gobierno acceda a permitir la importación de vehículos de hasta diez años de fabricación.
Explicó que la importación de unidades descartadas en otros mercados por antigüedad y deterioro, ocasiona un evidente daño al medio ambiente, a la salud de los ciudadanos y al presupuesto familiar.
El presidente de ACOFAVE informó, además, que durante el período de 2015 a 2018, las ventas de los vehículos usados crecieron de 53,962 a 78,255 unidades, para un 45.92%.
Entre los factores que afectan este inusual aumento en la cantidad de unidades usadas importadas, Fernández citó las dificultades para una justa valoración aduanal, la permisividad hacia los engaños y la falta de control a los odómetros que indican el desgaste sufrido por el vehículo.
Igualmente, la necesidad de aplicar al pie de la letra la prohibición de los cinco años de antigüedad, lo cual ha movido a ACOFAVE a elevar una instancia ante Pro-Competencia por dicha violación.
Expresó que también influye la concepción errónea de que aumentando el volumen de las importaciones de chatarras se incrementan los ingresos fiscales, y la falta de visión para comprender que los vehículos mientras más viejos más contaminan y mayores gastos de salud generan al país y a la población, así como mayor consumo de combustible, subsidios al GLP, reparaciones y mantenimiento por falta de garantías.
Fuente: HOY