Los pueblos se presentan, se proyectan y definen por el comportamiento de su gente. La imagen de una ciudad, sin importar la dimensión de sus obras materiales, se evidencia y resalta a través de las acciones humanas, en la práctica cotidiana y en los valores culturales que se asumen de forma colectiva.
El mayor aporte que podemos hacer a la ciudad es velar por la preservación del patrimonio histórico y cultural, respetando los valores que eleven el orgullo de sus pobladores, asumiendo la defensa del municipio frente a las amenazas que se presentan. Y así andamos por los caminos del retroceso, con un Baní cada vez más alejado del espíritu de familia, donde el lema de ciudad limpia nos queda como reliquia del pasado, y sentimos que vamos perdiendo la vergüenza frente a la imprudencia y falta de civismo de quienes han tomado las calles para ‘buscársela’ a cómo de lugar. Y así van convirtiendo la ciudad en un arrabal.
La muestra palpable la podemos encontrar en el parque central Marcos A. Cabral, a solo metros del ayuntamiento municipal, donde los visitantes son asediados por jóvenes que – con cartones en manos- se declaran vigilantes del vehículo a estacionar. Y así tenemos el parque lleno de cartones, con lavaderos improvisados, con las esquinas atestadas de motores y con otras menudas acciones que reflejan la falta de atención de las autoridades municipales. Baní tiene que levantarse, salir adelante y proyectarse con su verdadera esencia de ciudad llena de valores, principios y tradiciones. Sin embargo, son las autoridades las que deben dar el primer paso para recuperar lo que estamos perdiendo antes de que la ciudad se convierta en un espacio donde se pierda el respeto a la autoridad y al derecho a vivir en paz.
Liceo Francisco Gregorio Billini celebra acto de graduación de su tanda vespertina
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐂𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐝𝐮𝐜𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬, 𝐥𝐞𝐠𝐢𝐬𝐥𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬, 𝐞𝐥 𝐋𝐢𝐜𝐞𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐝𝐮𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐒𝐞𝐜𝐮𝐧𝐝𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨 𝐆𝐫𝐞𝐠𝐨𝐫𝐢𝐨 𝐁𝐢𝐥𝐥𝐢𝐧𝐢, 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐭𝐚𝐧𝐝𝐚 𝐯𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐭𝐢𝐧𝐚, 𝐜𝐞𝐥𝐞𝐛𝐫𝐨́ 𝐞𝐥