Los pueblos se presentan, se proyectan y definen por el comportamiento de su gente. La imagen de una ciudad, sin importar la dimensión de sus obras materiales, se evidencia y resalta a través de las acciones humanas, en la práctica cotidiana y en los valores culturales que se asumen de forma colectiva.
El mayor aporte que podemos hacer a la ciudad es velar por la preservación del patrimonio histórico y cultural, respetando los valores que eleven el orgullo de sus pobladores, asumiendo la defensa del municipio frente a las amenazas que se presentan. Y así andamos por los caminos del retroceso, con un Baní cada vez más alejado del espíritu de familia, donde el lema de ciudad limpia nos queda como reliquia del pasado, y sentimos que vamos perdiendo la vergüenza frente a la imprudencia y falta de civismo de quienes han tomado las calles para ‘buscársela’ a cómo de lugar. Y así van convirtiendo la ciudad en un arrabal.
La muestra palpable la podemos encontrar en el parque central Marcos A. Cabral, a solo metros del ayuntamiento municipal, donde los visitantes son asediados por jóvenes que – con cartones en manos- se declaran vigilantes del vehículo a estacionar. Y así tenemos el parque lleno de cartones, con lavaderos improvisados, con las esquinas atestadas de motores y con otras menudas acciones que reflejan la falta de atención de las autoridades municipales. Baní tiene que levantarse, salir adelante y proyectarse con su verdadera esencia de ciudad llena de valores, principios y tradiciones. Sin embargo, son las autoridades las que deben dar el primer paso para recuperar lo que estamos perdiendo antes de que la ciudad se convierta en un espacio donde se pierda el respeto a la autoridad y al derecho a vivir en paz.
Homenajean reconocidos maestros peravianos
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐯𝐢𝐞𝐫𝐧𝐞𝐬 𝐬𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐨́ 𝐚 𝐜𝐚𝐛𝐨 𝐞𝐥 𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐦𝐚𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐂𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐂𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐥𝐥𝐨́ 𝐲