En todas las sociedades donde se presume existen niveles de organización y respeto por los ciudadanos, las instituciones, públicas y privadas, se manejan con transparencia y, ante cualquier situación que afecte a la colectividad, rinden los informes de lugar. Eso es lo normal y prudente, cuando se respeta a la gente, cuando el Estado asume por cultura la responsabilidad de abrir espacios de diálogos que apunten a orientar de manera correcta a los usuarios de los servicios que ofrecen determinadas instituciones y empresas, sin importar su naturaleza.
Mientras observamos esa práctica en países desarrollados, donde los funcionarios, de arriba hacia abajo cumplen con esa función tan necesaria, en la República Dominicana vivimos en una constante incertidumbre cuando se trata de informar para establecer causas, circunstancias o responsabilidades. Así ocurre con las empresas distribuidoras de electricidad, las que provocan largas tandas de apagones y no ofrecen explicaciones a los consumidores obligados de un servicio energético deficiente.
Por esa y otras razones, las comunidades de Los Tumbaos, Quijá Quieta, San José, Arroyo Hondo y Villa Fundación han tenido que recurrir a la protesta como única alternativa para que se les resuelva un problema que no sólo irrita a la población sino que causa pérdidas en el comercio y afecta la salud de decenas de personas. Lo más deplorable es que los dirigentes comunitarios han agotado las vías de diálogo, y ante la indiferencia se van a las calles a quemar neumáticos y obstaculizar el tránsito, lo que sólo provoca mayores inconvenientes en el desenvolvimiento de las actividades cotidianas. Obviamente, la causa radica en la actitud irresponsable de los empresarios que deben brindar un servicio de electricidad eficiente, pero también debemos involucrar a los funcionarios de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, por dejar hacer todo lo que les venga en gana a las llamadas EDES. Desde apagones, altas facturaciones, mal estado de las redes de distribución y la falta de información frente a las situaciones que se presentan, son las causas de las protestas que se han ido expandiendo por toda la provincia. Ya en las comunidades de Boca Canasta, El Llano, Villa Sombrero y Cañafistol han protestado, como también en sectores de la zona norte del municipio. Entonces, ¿por qué no funciona el departamento de relaciones públicas de Edesur, para tratar de informar sobre las razones que provocan los apagones? ¿Será que los usuarios valemos tan poco que ni eso merecemos? Nunca estaremos de acuerdo con que se produzcan desórdenes que alteren la convivencia entre los ciudadanos, pero no podemos ignorar que las autoridades, funcionarios y empresarios al servicio de estas empresas son compromisarios de lo que está ocurriendo, porque nadie está supuesto a pagar altas facturaciones para recibir apagones de hasta 18 horas, ojalá que los responsables pasen por la misma desgracia, porque sólo así habrá soluciones rápidas a un problema que nadie aguanta.
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𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐋𝐚 𝐬𝐞𝐧̃𝐨𝐫𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐀́𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚 𝐏𝐚𝐮𝐥𝐢𝐧𝐨, 𝐫𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐄𝐥 𝐋𝐢𝐦𝐨𝐧𝐚𝐥, 𝐝𝐞𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨́ 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐃𝐢𝐫𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐓𝐫𝐚́𝐧𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐨𝐫𝐭𝐞 𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞