Con frecuencia opinamos, planteamos y proponemos salidas a situaciones que se presentan en el seno de familias que son colocadas ante el dilema de proceder de una u otra manera, frente a una sociedad dispuesta a cuestionar la decisión sin tomar en cuenta la magnitud del problema.
Hace unos días nos sorprendió un caso conmovedor, frustrante y leccionador de la autoestima, que aunque no ocurrió en Baní, debe llamar la atención de todos los ciudadanos del país. La prensa nacional se hizo eco de la historia de una menor que dio a luz una criatura producto de una violación de su propio padre, lo que lleva a pensar en la difícil situación por la que atraviesa la joven madre. Son éstas las situaciones que dejan cicatrices incurables, y plantean el debate sobre el tema del aborto en determinados casos.
¿Cómo imaginar el pensamiento de esa joven cuando mire su bebé, y al mismo tiempo el pensamiento le retraiga la imagen de su padre como progenitor, mezclada con una imagen de su padre como su marido y verdugo, deshacedor de su felicidad y destructor de su vida y su genealogía? ¿Cómo será señalada la criatura gestada en sus entrañas?
Ojalá que alguien pueda explicar cómo se podrá ubicar la madre ante una agresión sexual que deja como secuela el estigma social? Aquí toca preguntar, ¿Y ese bebé cómo lo aceptará, como su padre, su abuelo o el mutilador de sus sueños y de la felicidad y estabilidad emocional de su madre?
¿Y la iglesia, cómo reconciliará las emociones y el pensamiento religioso de esa madre? ¿Cómo puede la iglesia hacerle entender a esa niña que Dios no la pudo proteger y que tampoco la ley de los hombres le sirvió de nada? Y luego viene otra de las interrogantes: ¿Y los legisladores cómo le explican a esos dos desamparados de la iglesia y de los seres humanos que no han hecho lo suficiente para dictar normas severas para que los violadores piensen en el arrepentimiento?
Reconocemos el valor de la vida, el derecho a nacer, y a la vez entendemos el terrible y difícil camino que debe seguir una madre, y una familia, condenadas a sufrir por los desatinos de quienes buscan decidir frente a las adversidades ajenas. Ojalá que alguien entienda lo que significa pasar por esa triste realidad.
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𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃.- 𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐢𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐉𝐮𝐥𝐢𝐭𝐨 𝐅𝐮𝐥𝐜𝐚𝐫, 𝐞𝐱𝐩𝐫𝐞𝐬𝐨́ 𝐬𝐮 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐚𝐥𝐝𝐨 𝐭𝐨𝐭𝐚𝐥 𝐲 𝐚𝐛𝐬𝐨𝐥𝐮𝐭𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐉𝐮𝐧𝐭𝐚 𝐂𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐥 𝐄𝐥𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚𝐥 (𝐉𝐂𝐄) 𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨