En el campo de la política, en las sociedades democráticas, las confrontaciones entre adversarios son normales y nunca traspasan las fronteras partidarias para afectar las relaciones personales. Es decir, las diferencias se mantienen en el marco del respeto que debe primar entre seres humanos civilizados. Por lo menos eso establecen los manuales de conducción social que, al parecer, están siendo ignorados por los políticos dominicanos.
Las contradicciones se conciben como parte fundamental de la dialéctica, siendo necesarias para afianzar el orden democrático, respetando el derecho a disentir frente a las ideas o propuestas que se presentan. Desde esa praxis, las contradicciones tocan a los individuos, a las familias y grupos sociales, incluyendo a los partidos políticos. De ahí que resulte deprimente el bochornoso espectáculo que están escenificando los principales líderes del Partido de la Liberación Dominicana, quienes se están descalificando mediante el enfrentamiento desenfrenado, en una lucha sin cuartel por la supremacía del poder, dejando atrás el compañerismo que les había caracterizado desde la fundación del partido morado. Las aspiraciones, de uno y otro lado, están generando odios, resentimientos y malquerencias en el seno de una entidad política que se va descalificando con las pugnas internas.
Mientras esto se va profundizando, la sociedad está observando el modo de actuar del liderazgo nacional, reconociendo que la batalla electoral no debe trastornar la paz social, sacando de la palestra los temas que interesan a la mayoría de los ciudadanos. La lucha por el poder entre Danilo y Leonel mantiene al país semiparalizado, mientras se escuchan, casi imperceptibles, las voces de una oposición carente de liderazgo para sacar de circulación a los que ponen en bandeja de plata las posibilidades de una eventual derrota. Vemos sangrar las heridas que aparentan ser incurables pero no atinamos a observar en el horizonte a líderes competentes capaces de tomar las riendas de una oposición política que asuma el rol de conducir la nación por caminos diferentes.
Vía Franjul: Senado de la República reconoce a ADEFU
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐑𝐞𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚, 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐑𝐢𝐜𝐚𝐫𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞𝐠𝐨́ 𝐡𝐨𝐲 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐀𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐫𝐨-𝐃𝐞𝐬𝐚𝐫𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨