Tras el inicio de los trabajos de la adecuación del centro educativo El Maní-La Saona, el dirigente comunitario Ricardo Jiménez, afirmó se mantendrá vigilante para que no sea paralizada.
Dice Ricardo Jiménez que después de 5 años en espera de que ese centro sea intervenido no permitirá que por falta de vigilancia a los trabajos que se están efectuando que según afirmó, iniciaron ayer, se paralicen.
Entiende Jiménez que es necesario que la población completa se mantenga vigilante al proceso de esta construcción que a su entender debe ser culminada a la mayor brevedad posible, ya que esa edificación es la que debería estar funcionando para los estudiantes de la zona.
Detalló que el sector La Saona es uno de los sectores más empobrecidos de la zona norte, por lo que un centro al servicio de la comunidad con jornada extendida es un alivio, no solo para los estudiantes que estarían recibiendo un servicio el día completo, sino también para los padres que pueden trabajar mientras sus hijos se encuentran en un ambiente seguro.