La crisis político electoral que en estos momentos enfrenta la República Dominicana podría generar en una crisis socio-económica, lo que amenaza la estabilidad del país, según lo concluido ayer en el programa Propuestas y Soluciones, donde se debatió sobre la suspensión o anulación de las elecciones municipales del pasado 16 de febrero.
Con la participación de los abogados y politólogos Domingo Ramírez y Manuel Braulio Perez, este último ex presidente de la Junta Municipal Electoral y del licenciado en sistemas Silvio Arias, y bajo la conducción de los comunicadores Wilson Radhamés Peña y José Miguel Ortiz, el programa Propuestas y Soluciones analizó las causas y consecuencias de la anulación de las elecciones municipales.
Tras aclarar que no se trató de una suspensión, sino de una anulación porque ni la ley electoral ni la constitución de la República hablan de suspensión, Manuel Braulio Perez dijo que este es un caso inédito, porque la ley no faculta a la Junta Central Electoral para anular las elecciones, sino al Tribunal Superior Electoral.
Perez manifestó que esta situación significa un retroceso para el país, ya que la población no aceptará bajo ninguna circunstancia el voto automatizado y que ahora nos devolvemos a un método primitivo.
Por su parte, el experto en sistemas, Silvio Arias, al explicar a qué se refería el presidente de la Junta Central Electoral, Julio Cesar Castaños Guzmán, cuando afirmó que las boletas no cargaban, dijo que esto pudo ser provocado por un tercero pero que también pudo ser evitado.
Arias resaltó que de haberse logrado el voto automatizado, República Dominicana habría servido como ente de referente para otros países que están buscando la forma de lograr procesos eleccionarios más rápidos y menos complicados.
Por su parte, el abogado y politólogo Domingo Ramírez, afirmó que en cualquier país del mundo, por un hecho como el que sucedió aquí, todo aquel involucrado en el proceso eleccionario habría renunciado y que desde el momento en el que Roberto Saladín anunció su renuncia del pleno de la JCE, fue una demostración de que algo no estaba bien.
Tras señalar que los miembros del pleno de la JCE, al recibir críticas contra el voto automatizado se creyeron con la verdad absoluta, dijo que el organismo debió preparar un plan B, ya que este sistema de votación aún estaba en prueba.