No es motivo de celebración, sino de preocupación. Ya la República Dominicana sobrepasa las cien mil personas contagiadas y casi nos acercamos a las dos mil muertes en seis meses, a pesar del andamiaje epidemiológico, de los gastos excesivos y de las medidas preventivas. La pandemia sigue la curva hacia arriba, sin que nada se lo impida.
Estamos hablando de un virus que, según los expertos, por cada infectado hay diez que no han sido detectados, por lo que debemos permanecer atentos, guardandando el distanciamiento y los protocolos de lugar.
En los últimos días se observan señales positivas como la reducción de demandas de camas para pacientes con covid en los hospitales, así como una baja considerable de internos en cuidados intensivos, pero esto no es un indicativo de que debemos dormirnos.
Es necesario el uso continuo de la mascarilla, el lavado e higienización de los espacios y el distanciamiento entre las personas. Pero sobre todo, aunque parezca llover sobre mojado, debemos respetar el toque de queda impuesto por las autoridades. Desafiar y retar a las autoridades resulta inaceptable en momentos en que la humanidad pasa por la peor pandemia de la historia.
Obviamente, los de mayor riesgo son los adultos mayores, que estando confinados en sus hogares, son receptores directos de contagios por quienes salen y entran sin tomar en cuenta las medidas preventivas.
Es por estas y otras razones que seguimos con comercios cerrados, bajo un toque de queda que se ha prolongado, y con cinturones epidemiológicos donde el coronavirus se ha expandido y los brotes son más agudos. La verdad es que ningún país ha logrado superar este virus, ni aún las grandes potencias, las que anuncian al mundo que están probando vacunas.
Ya en países de Europa se habla de rebrotes, lo que significa que el covid tiende a ir y venir para trastornar de nuevo la vida en sociedad. Es a partir de esa realidad que venimos insistiendo en la necesidad de continuar la guerra contra este peligroso enemigo de la humanidad.
El coronavirus sólo será controlado cuando los seres humanos asumamos con seriedad que debemos guardar el distanciamiento social. Y eso no es tan difícil. Por lo menos, eso creemos.