La denuncia no es una sorpresa. Los vaticinios se están cumpliendo y los daños que se registran, hace años que fueron anunciados por expertos. Ahora se presentan las evidencias.
Y la denuncia llega de los residentes, empresarios y productores agrícolas de Paya, quienes sufren las consecuencias directas de la construcción de la termoeléctrica a carbón Punta Catalina, la que está provocando la desaparición de playas y edificaciones en todo el litoral costero de la zona.
El reporte nos llega del Comité Nacional de Lucha contra el Cambio Climático y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, entidades que aseguran que desde que comenzaron a construir mar a dentro, la marea y la rompiente del mar cambiaron de dirección e inundaron la costa, haciendo desaparecer el área de playa desde Catalina hasta Paya.
Los testimonios son deprimentes, los productores agrícolas han sido afectados y el vertido de las aguas calientes está matando las algas y corales, provocando la desaparición de especies y microorganismos marinos. Es notoria la ausencia de aves que hasta hace poco eran comunes en el lugar.
Los denunciantes expresan preocupación, ya que se ha producido una fuerte erosión en la parte occidental del litoral, en las proximidades de la central térmica, y según los expertos, los daños son irreversibles y continuarán mientras siga operando con carbón.
En ese sentido, se ha perdido la playa de Sabana Uvero, una de las más bellas de la región.
También se perdieron propiedades, terrenos de cultivos, infraestructuras como piscinas, gazebos, casetas y caminos ubicados junto al mar.
Los afectados expresan su pesar y alegan que todo comenzó con la construcción de Punta Catalina, afectando la producción de mangos y vegetales por la contaminación, sin embargo, lo peor es que el mar continúa penetrando tierra adentro, quitando valor a sus propiedades, por lo que exigen una indemnización por los daños irreparables que están sufriendo.
De ahí la imposibilidad de pensar en proyectos turísticos en esa zona.
La esperanza de productores, empresarios y residentes en esa franja de la costa, es que las nuevas autoridades asuman la responsabilidad del desastre ecológico y económico causado por esta obra y por la contaminación, es que sean compensados, aunque lo más valioso, que era la playa, ha desaparecido, y con ella, las posibilidades de desarrollar el turismo.