Son muchas las necesidades de obras, cada sector o comunidad tiene sus prioridades, pero hay una entre tantas, que a pesar de las circunstancias nos une a todos, incluso, a quienes pasan forzosamente por nuestro territorio. Se trata de la avenida de circunvalación, la magna obra que exige la provincia Peravia para evitar el congestionamiento del tránsito vehicular por el centro de la ciudad. Y es que la población banileja lleva décadas esperando su construcción, pero hasta ahora sólo había servido para alimentar promesas electorales. Ahora que se ha dado un paso que evidencia el compromiso del Estado para que en dos años la avenida sea concluida, según el anuncio del ministro de Obras Públicas, Deligne Asención, y que se muestra en los aprestos de instalación del campamento en la comunidad de Galeón, donde la compañía ECOCISA, estará operando.
De hecho, el pasado gobierno dispuso un adelanto millonario a esa compañía, lo que fue ratificado por la actual gestión, por aquello de la continuidad del Estado. Todo está montado, se han otorgado los permisos requeridos y la circunvalación será construida bordeando el litoral costero del municipio, sin importar los sacrificios económicos, que la harían más costosa que por la zona norte. Sin embargo, tomando en cuenta que los 11 kilómetros conectarán con los proyectos turísticos que se levantan en la referida zona, se trata del impulso perfecto para las inversiones. Obviamente, para el pueblo banilejo lo principal es descongestionar, librar la ciudad de una calamidad que deja graves daños a la salud por culpa de la contaminación que esparcen miles de vehículos que están obligados a transitar por el centro de la ciudad.
Hay una disposición gubernamental de hacer realidad la construcción de la avenida de circunvalación y, por ahora, será por el sur. Ya no se trata de un bulevar, es la obra que soñamos, aunque su construcción haya cambiado. Será por el sur, y traerá sus beneficios, aunque sigamos repitiendo que por el norte sería la mejor opción para motorizar el desarrollo de una población que tiene la esperanza de superar las condiciones de marginalidad a partir de que sea tomada en cuenta por las autoridades.
Ojalá que no sea demasiado tarde.