Además de las acciones anunciadas, desde el punto de vista del análisis crítico, lo más importante del discurso pronunciado por el presidente de la República está contenido en el mensaje subliminal que proyecta la imagen de un gobernante capaz de escuchar el sentir de los ciudadanos para buscar alternativas de soluciones a los grandes males que enfrenta la nación. Anoche, frente a una audiencia cautiva, el presidente Abinader anunció al país que dejaba sin efecto la propuesta de nuevos impuestos para el presupuesto del próximo año, un anuncio que se constituye en un respiro para los sectores productivos que se han visto seriamente afectados en medio de la presente crisis que sacude al mundo.
La actitud valiente del señor presidente, se conjuga con la voluntad política que invita a poner el oído en el corazón del pueblo. Sin embargo, aunque todos sabemos las condiciones en que se encuentra el Estado, el presidente enfatizó en que recibió el gobierno con las arcas vacías, sin recursos para pagar los sueldos de los empleados públicos. Dijo que no obstante, procederá a convocar al Consejo Económico y Social para que en un plazo de seis meses, a partir del 26 de este mes, se logre el consenso para firmar el pacto eléctrico y el fiscal como manda la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo.
“Estos pactos son esenciales para la sostenibilidad de las finanzas públicas, y poder, entre todos, decidir el país que queremos”, según expresó el mandatario, al tiempo de informar que destinará más recursos para el combate y prevención del coronavirus, aumento de sueldo mínimo a los policías, más recursos para el sector educativo y otras medidas para favorecer a la población en general.
Sin embargo, otro aspecto importante fue el relacionado con la Cámara de Cuentas, organismo responsable de auditar el desempeño de la gestión pública, el cual cuestionó por no haber cumplido su cometido, y sirvió de blindaje, según sus palabras, para apañar los actos de corrupción del pasado gobierno, definiéndola como una estructura al servicio de la impunidad. Dijo además, que el gobierno procederá a revisar los contratos que firmó el Estado con la constructora Odebrecht con la intención de suspenderlos por ser la compañía responsable del mayor escándalo de sobornos de la historia del continente.
Y habló el presidente, se refirió a la justicia, y prometió que los responsables de haber estafado al Estado tendrán de frente la mano responsable del gobierno, por lo que instruyó a la consultoría jurídica a contratar de manera inmediata a abogados idóneos para que representen los intereses del pueblo.