Cuando los ciudadanos observan que las autoridades tienen bien definidas las prioridades, que conocen sus responsabilidades y asumen el compromiso de trabajar por y para el pueblo, se genera un clima de confianza que inspira a participar con entusiasmo en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas que durante años se han ido acumulando.
Reconocemos que en más de una década hemos carecido del trato equitativo del Estado, que nos han marginado del presupuesto, y por eso, no contamos con una sola obra de envergadura.
Desde esa perspectiva, digno es reconocer la actitud diligente que muestra la gobernadora civil de la provincia, Lic. Ángela Yadira Báez, quien ha comenzado a reunirse con los sectores organizados para retomar el Consejo de Desarrollo Provincial, entendiendo que su rol como representante del Poder Ejecutivo es procurar incluir en la Agenda Nacional de Desarrollo las obras prioritarias, las que han sido prometidas en múltiples campañas electorales y se han quedado engavetadas por falta de autoridades responsables. Y, a decir de muchos, a pocos ha interesado organizar la provincia para bajar a las comunidades con el traje del protagonismo propio de los políticos tradicionales.
De ahí la importancia de las acciones que evidencian un cambio radical en la forma de encarar los males que nos impiden avanzar. La gobernadora provincial, con una trayectoria de servicio en esta sociedad, conoce cuáles son nuestras prioridades y entiende la importancia del consejo de desarrollo como mecanismo idóneo para superar las debilidades que arrastramos.
Obviamente, en este esfuerzo nos hemos sumado, con el convencimiento de que juntos lograremos dar el salto, compartiendo las tareas que demanden las circunstancias.
La conformación del consejo de desarrollo provincial es la obra fundamental para acabar con el individualismo, para poner fin a los archifamosos descensos con olor a cuentos, y a la ola de promesas que se quedan en carpeta.
Si tenemos una representante genuina del Poder Ejecutivo con ganas de trabajar y hacerlo bien por el bienestar del pueblo, entonces, trabajemos con ella y con quienes muestran el interés de servir a nuestras comunidades. Y para eso es necesario conformar el consejo.