Lo que estamos viendo a partir del rebrote del coronavirus es alarmante. El crecimiento de los casos de contagios parecen desbordar la capacidad de internamiento en clínicas y hospitales, siendo lo más preocupante, la actitud que muestra la población, en franca violación de las medidas preventivas. Mientras cinco, de los siete hospitales habilitados para atender pacientes con COVID-19 en la capital registraron ayer el cien por ciento de ocupación de camas regulares en Unidades de Cuidados Intensivos, seguimos observando los espectáculos deprimentes de miles de individuos que se juntan sin distanciamiento ni mascarillas en centros de expendios de bebidas.
decir, sin importar las noticias, sin valorar la situación que está viviendo la población y en desatención de las medidas de protección, muchos se lanzan a las calles en busca de diversión.
Así lo pudimos observar en la tarde de ayer en la comunidad del Llano, donde decenas de jóvenes salieron en caravana para celebrar la victoria de un equipo de softboll.
Obviamente, estamos bajo una pandemia, con un alto riesgo de muerte y lo más prudente es evitar las grandes concentraciones de personas, pero al parecer, esto es cada vez más difícil, por la falta de conciencia de la población y la dejadez de las autoridades, que a nuestro modo de ver, han adoptado el lema de “sálvese quien pueda”
De ahi que tenemos la responsabilidad de orientar sobre lo que está ocurriendo en todo el territorio nacional, donde en la mayoría de las provincias se escuchan las mismas denuncias de faltas de camas para pacientes con COVID-19, mientras que los médicos no dan abasto para atender la cantidad de pacientes infectados.
A todo esto, se suman las escenas de angustia, miedo e impotencia de los familiares que temen perder sus parientes en los alrededores de los hospitales. Ni hablar del triste episodio de pasar por la morgue para recibir el cadáver de una persona, tal y como se está haciendo normal en la morgue de la Ciudad Sanitaria.
Otros pacientes son atendidos en sillas de ruedas en los pasillos, frente al llanto de los hijos, familiares y amigos.
Sin embargo, quienes se resisten a controlar los vicios, los juegos y las bebidas alcohólicas, continúan viviendo la vida loca, de espaldas a un virus, cuyas cepas se han tornado más agresivas.
Ojalá que la población tome conciencia de la situación, porque de lo contrario, todos seremos víctimas del contagio, sin importar que nos hayamos vacunado. Por esta y otras razones, las autoridades deben adoptar medidas más drásticas, incluyendo el cierre de la frontera, la suspensión de vuelos y restricciones en el comercio. De lo contrario, que Dios nos proteja de esta pandemia.
QUE DIOS NOS AMPARE..!!
Editorial de Peravia Noticias lunes 24 mayo, 2021