La cultura de compartir, celebrar y convivir en tumultos, dando paso a las manifestaciones de gozo, a través de juergas y francachelas callejeras, ha sido la causa principal del rebrote del coronavirus. Y es que los denominados teteos se han encargado de reproducir el virus de boca en boca, ya que en el peor momento, pocos asumen usar mascarillas y otras medidas preventivas. Se ha perdido el temor al contagio y muchos salen a las calles sin tomar en cuenta las normas elementales de protección. Ni hablar del distanciamiento social que luce ausente en la mayoría de los centros de diversión. Pareciera que estamos exentos del contagio, y es una tarea difícil, por no decir imposible, prohibir las francachelas, ya que un pueblo fiestero, ha tomado los teteos como señal de libertad. De ahí que jóvenes y adultos, de forma irracional, salgan a desafiar al coronavirus. A todo esto observamos la actitud pasiva de las autoridades llamadas a hacer cumplir las medidas preventivas.
En medio de la presente amenaza, cuando el país entra en otra fase más peligrosa, intentar sofocar el desenfreno festivo es un gran desafío. Sobre todo, porque el llamado a la reactivación económica abrió las puertas a negocios que venden bebidas alcohólicas. Ahora que las Unidades de Cuidados Intensivos están ocupadas casi en el cien por ciento de los hospitales y clinicas privadas, que vemos morir a personas cercanas y se evidencia una alta tasa de contagios, es la oportunidad de preguntarnos, ¿ hasta cuando seguiremos en cherchas y francachelas? Hemos permanecido atentos a las disposiciones del gobierno, que ha prohibido el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos y privados desde las 5:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana, durante dos semanas, en la capital y el Gran Santo Domingo, a fin de frenar de golpe los famosos teteos, porque la pandemia del COVID ha dado un giro preocupante, con el presagio de una tercera ola de contagios en todo el territorio nacional. Bajo esas amenazas, en Baní y toda la provincia Peravia tenemos que reflexionar en la necesidad de acatar las medidas sanitarias, ya que estamos entre las provincias que registran un crecimiento desbordante de casos confirmados como positivos, incluyendo víctimas que reposan en los cementerios, mientras los que estamos aún respirando, seguimos expuestos al contagio por la forma desenfrenada con la que actúan cientos de personas que están en las calles viviendo “la vida loca”
Mientras sigamos con el relajo de andar de esquina en esquina, en teteo, ingiriendo bebidas, va a ser cuesta arriba detener el crecimiento del coronavirus.
Editorial de Peravia Noticias
Viernes 28 de mayo del año 2021