Baní, prov. Peravia.-
Este domingo 30 celebramos el Día de las madres, en República Dominicana, una festividad especial para cada persona, grandes y chicos, que aprovechan para manifestar todo el amor y la admiración que sienten por su progenitora.
Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Posteriormente los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas. Con la llegada del cristianismo se transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús.
En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también relacionado con la Virgen, que se denominaba domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas trabajaban para gente acaudalada y no tenían la oportunidad de estar en sus hogares, ese domingo se le daba el día libre para visitar a sus familias.
Hoy esta celebración sigue estando presente y se mantiene con el mismo entusiasmo ya que como la madre no hay otro ser más especial, tal y como el obispo de la Diócesis de Baní, Víctor Masalles, durante la celebración de la misa de hoy.
En cuanto a su celebración en República Dominicana la festividad tiene lugar el último domingo de mayo, lo cual también tiene una razón de ser, y es que para el año 1926, luego de la desocupación norteamericana y durante el gobierno del General Horacio Vásquez, su esposa, Trina de Moya, y la educadora Ercilia Pepín, establecieron en Santiago de los Caballeros el primer Comité pro-Día de las Madres, a modo de exaltar a ese ser tan preciado.
Ese mismo año, aquel día quedó establecido de manera oficial como un homenaje que debía ser celebrado cada año y se instituyó como símbolos el clavel rojo para representar a las progenitoras vivas y una azucena o nardo para las fallecidas.
La festividad estuvo conformada por diferentes actividades públicas y privadas, a modo de incentivar y motivar a las personas a seguir con esta tradición.
Otro de los aportes que hizo dicho Comité fue el himno a las madres. Estos versos, escritos por Trina de Moya, todavía forman parte de la tradición dominicana, sobre todo en las escuelas en días próximos a la festividad, para enaltecerlas.
Sin embargo, contrario a años anteriores, este día de las madres la actividad comercial no se ha exhibido tan activa como en años anteriores, según pudieron constatar las cámaras de Informativo 3000.
A pesar de la importancia que reviste este día, en el que a nivel nacional se celebra a las madres, una fecha en la que los hijos, nietos, esposos y otros familiares, aprovechan para obsequiar regalos a sus progenitoras, abuelas y demás familiares que juegan el rol de mamá, no se ha observado este año el mismo dinamismo que en otrora, cuando desde 24 horas antes de la celebración ya las tiendas se notaban abarrotadas.
Para muchos el mejor regalo que se le puede entregar a una madre no radica en lo material, por lo que no se acogen a esta cultura, mientras que para muchos otros, esto es fundamental un día como hoy.
Calles como la Presidente Billini, Máximo Gómez y otras que pertenecen a la zona céntrica donde están radicadas varias empresas comerciales, se vieron prácticamente desoladas, mediante un recorrido efectuado por las cámaras de informativo 3000 ayer y hoy.
Sin embargo, muchos entienden que la actividad comercial no minimiza el valor de esta festividad.