Por: Manuel G. Mejía
El cadáver que fue exhumado de una tumba del cementerio municipal de la comunidad escondido para ser trasladado a otra en el cementerio del sector el fundo y que se encontraba intacto tras no haber pasado por el proceso natural de putrefacción, corresponde a quien en vida le llamaban, Pedro Mejía Aguasvivas.
Pedro Manuel, mejor conocido con el apodo, “la maravilla”, hace aproximadamente 15 años que falleció, después de sufrir un accidente cerebrovascular, el que lo mantuvo ingresado por varios días en la clínica Gómez Patiño de la capital, donde murió.
“La maravilla” fue un destacado dirigente barrial del PRD y un reconocido comunitario de la zona norte del municipio, donde vivía, en la calle del asilo, parte alta, casa número 17.
Laboró por 17 años en el hospital Nuestra Señora De Regla como chofer ambulancia y también en la administración municipal del síndico Roberto Aguasvivas, ocupó las funciones en el cabildo de capataz general.
Ayer, día de Corpus Cristi, sus familiares acudieron al cementerio de la comunidad “Escondido”, a extraer su cuerpo de un sepulcro que corresponde a su madre, la señora Diana Estela Mejía, para ser trasladado a otro que se le construyó en el campo santo del sector El fundo.
La sorpresa que se llevó su viuda, Minerti Arias y familiares de “la maravilla” al ser exhumado el cadáver y ver que se encontraba completo y convertido en momia, es como para escribir una novela.
Quien fuera su esposa, al contar todo lo relacionado con las condiciones en que se encontraba el cuerpo de su pareja afirmó que cuando su marido falleció, tenía el presentimiento que algo raro le había pasado y que todo ese tiempo de su muerte mantuvo sus dudas y que hasta se llegó a imaginar, que él su compañero estaba como el primer día, en su ataúd.