EDITORIAL
Con frecuencia reaccionamos sorprendidos e indignados frente a casos que consideramos aberrantes, reconociendo los daños que van causando en la juventud, y que finalmente repercuten en toda la sociedad. Y es que en los últimos años hemos ido asumiendo conductas irresponsables, que se perciben como normales en el seno de la familia. Madres que celebran los destapes de sus hijas, los bailes considerados vulgares y, lo que es peor, que monten sus espectáculos frente a personas adultas que dan riendas sueltas a sus irreverentes perversiones. Obviamente, esto ocurre en un país donde nada funciona, donde los medios de comunicación se constituyen en promotores directos de la corrupción, presentando a cualquier hora, sin ningún control, las impúdicas escenas de sexo, violencia y degradación, servido en la mesa de la sociedad que consume el menú más degradante sin pasar por el colador del Estado dominicano. Los ejemplos saltan a la vista.
Es desde esa perspectiva que ha causado revuelo en las redes sociales un video donde se observan menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas en los alrededores de un establecimiento comercial. En las imágenes se pueden apreciar a niños que no llegan a los 13 años, bailando y tomando bebidas alcohólicas amenizando a los espectadores con sus bailes, mientras estos se divertían, burlaban y grababan las acciones de los menores. De ahí el llamado al Departamento de Niños, Niñas y Adolescentes de esta provincia, para que inicie una investigación exhaustiva que dé con el paradero de los padres de estos infantes y se tomen las medidas pertinentes. Este es el momento para mostrar credenciales de respeto, asumiendo la tarea de hacer cumplir las leyes y normativas que garantizan los derechos de nuestros niños.
Es oportuno recordar que hace alrededor de dos años se denunció una situación similar, pero en esa ocasión se trataba de menores de edad que se dedicaban a pedir dinero alegando hambre, especialmente los fines de semana. Por tal razón, la Unidad de Niños, Niñas y Adolescentes de esta provincia, tras realizar un operativo nocturno, pudo dar con varios menores que se dedicaban a esa práctica y fueron llevados a sus padres a quienes se les notificó sobre las consecuencias de permitir tales acciones. Es decir, como ya existe un precedente, albergamos la esperanza de que en el caso que nos ocupa se tomen las medidas requeridas.
No basta con quejarnos, con expresar que la sociedad se está perdiendo, que nos envuelve la inmoralidad y que nuestros niños y niñas están influenciados por los malos ejemplos, porque si no actuamos, si nos quedamos callados sin hacer nada, seremos cómplices de lo que está ocurriendo en nuestra sociedad.