Nadie en su sano juicio puede desconocer el rol de la prensa como elemento fundamental para el sostenimiento de la democracia. La propia existencia del sistema democrático se afianza con la presencia viva y desafiante de quienes sirven las informaciones con el interés de edificar al pueblo.
En esa cotidiana relación, la prensa se concibe como instrumento vital para el desarrollo institucional de la nación.
Es la columna que sirve de apoyo a los diversos sectores que intervienen en la sociedad.
Sin embargo, lo difícil de la profesión radica en el ejercicio ético que eleva y proyecta como estandarte la verdad, sin censura, revestida del compromiso irrenunciable de presentar los hechos tal y como acontecen.
Es ahí donde se cruzan las líneas de intereses que atentan contra la libertad de prensa, donde el periodista se debate en el dilema de subsistir o sucumbir frente a los nocivos intentos de ocultar o tergiversar la verdad de los hechos.
Y es que más allá de informar, existe la necesidad de investigar, para agregar el valor de la credibilidad que se erige en coraza de confianza para la sociedad a la que está sujeto a orientar.
Lo anterior se desprende de las recientes declaraciones del presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez Sánchez, quien acaba de mandar a los periodistas a capacitarse, porque según él muchas veces desinforman.
Y aunque de todo hay en la viña del Señor, lo que nos llama la atención es que se trata de la misma institución que está enviando desde hace una semana una ensarta de informaciones a través de WhatsApp, publicando resultados de auditorías e informes que están colgados en su portal de internet. Es esa la misma cámara de cuentas que se llegó a tildar de cámara de cuentos, por su inoperancia. Ahora, cuando se cuestiona que están emitiendo informaciones que deben ser conocidas y ponderadas antes de ser difundidas, los culpables de que se filtren son los periodistas. La realidad es que nadie se explica el por qué y para qué lo suben al portal de internet. Y ese portal no es un medio habilitado para la transparencia? Bueno. No entendemos al presidente de la Cámara de Cuentas.