Las evidencias están, las podemos observar y nadie las puede refutar. En la provincia Peravia nunca han asfaltado una vía de acceso a las playas, comenzando por Nizao, pasando por Paya, Boca Canasta, Villa Sombrero, Matanzas hasta Sabana Buey. No sabemos el por qué, pero nadie desde la dirección del Estado se ha empeñado en atender los reclamos de los ciudadanos que quieren invertir en esos espacios hasta hoy abandonados. A veces nos preguntamos si alguien, presumiblemente del empresariado, está interesado en mantener escondido los grandes atractivos que de seguro podrían colocarnos en el mapa del turismo? Eso podría ser una simple conjetura pero no se puede descartar cuando contamos con hermosas playas, ríos y montañas sin posibilidades de accesos, y peor aún, sin un plan de desarrollo turístico concebido para crear las condiciones para impulsar el clima de inversiones. Hasta ahora, Peravia ha permanecido huérfana, ausente de las políticas estatales dirigidas a convertirla en provincia Ecoturistica.
Por igual, a esa cadena fatal podemos agregar la falta de puentes en puntos estratégicos como El Paso de los Hierros, en el arroyo de Güera, en El Paso de la Palma, en el Cruce de Las Caobas, y en otras comunidades que sueñan con la construcción de puentes sobre arroyos y cañadas que en temporadas de lluvias impiden el paso a los comunitarios. Ese ha sido el principal dolor de cabeza y el nudo de las promesas de políticos en campaña. La realidad es que la población banileja teniendo el potencial para convertirse en un atractivo envidiable para el turismo, viene observando la apatía y el desgano de quienes están llamados a cambiar la imagen de nuestra provincia. Ahora que vemos las buenas intenciones del gobierno, con autoridades que buscan el progreso, creemos que llegó el momento de asfaltar los tramos carreteros que conducen a la zona costera, y que por fin, podamos disfrutar de puentes y carreteras en la zona cafetalera. Sólo así dejaremos en el pasado la historia de abandono y atraso que venimos arrastrando. Entre tanto, seguiremos clamando para que el Estado dominicano preste atención a nuestros reclamos.