Confiamos en las autoridades del sector salud. Nadie puede cuestionar los resultados de las medidas preventivas que han sido adoptadas por el Estado para proteger a los ciudadanos.
Sin embargo, frente a las debilidades que encontramos en la frontera, con la entrada desordenada de haitianos, sean legales o indocumentados, tenemos razones de sobra para preocuparnos con el tema de las enfermedades que crecen y se esparcen aceleradamente en la población haitiana.
Y la preocupación es valedera cuando observamos que en la República Dominicana, a pesar del cerco epidemiológico dispuesto a raíz de la presencia del cólera en Haití, se ha detectado el primer caso de la enfermedad en una paciente haitiana de 32 años, que fue ingresada en el hospital de Higüey, luego de ingresar al territorio nacional procedente de Puerto Príncipe.
Se trata del primer caso importado que registra el país, luego de que fuera emitida la alerta epidemiológica. Por igual se recuerda que la enfermedad diarreica desató una epidemia en el año 2010, provocando miles de muertes y contagios en el vecino país.
Un motivo para preocuparnos. En el caso de la paciente, las autoridades sanitarias aseguran que el cólera fue detectado oportunamente. Es decir, al día siguiente de su entrada al país. De hecho, debemos reconocer el trabajo del Sistema Nacional de vigilancia Epidemiológica, ya que fruto de la notificación oportuna se activó el Comité de Respuesta Rápida, adoptando las medidas de lugar.
Es importante saber que el cólera es una enfermedad diarreica aguda transmitida a través de alimentos y agua contaminada. Ahora que suenan las alarmas, que seguimos atentos a la evolución de la enfermedad, que tenemos en la frontera el famoso mercado bilateral y se refuerzan las medidas preventivas, no podemos ignorar lo difícil que es controlar el trasiego de personas en la frontera. Más aún, cuando en el año 2010 se notificaron en el país cerca de 28 mil casos y más de 400 fallecidos. En tanto que en Haití, alcanzó a afectar a más de 28 mil y causó la muerte a unas 9 mil 792 personas. Por eso es preciso colaborar con las autoridades sanitarias para evitar que el cólera ataque a la población dominicana.