Los buenos banilejos, los que se resisten a ver morir los valores que dieron origen a la fundación de nuestra amada villa, los que acuñan -cuál tesoro invaluable- el espíritu de familia que resalta a pesar de los embates del individualismo; asistimos en la noche de ayer a un acto significativo. El lanzamiento de una compañía integrada por jóvenes profesionales de nuestro pueblo: Inversiones e Inmobiliaria Peravia INMPER, una puerta de oportunidades a las necesidades de viviendas, con la encomienda de responder con calidad y eficiencia a una sociedad como la nuestra, donde crecen las demandas de proyectos habitacionales de relevancia. De ahí que INMPER se proyecta como una alternativa dinámica y efectiva en un mercado cada vez más competitivo.
Sin embargo, más allá de la importancia de contar con un nuevo proyecto habitacional, lo que deseamos resaltar es el valor de la unidad que rompe con el modelo desfasado que impedía emprender grandes obras con el esfuerzo colectivo. Saber que en Baní existen empresarios y profesionales dispuestos a retomar nuestras raíces, asumiendo como paradigma el legado de nuestros antepasados, nos llena de esperanza porque los pueblos avanzan o se estancan conforme a la visión de los ciudadanos. Si miramos atrás, desde la base fundacional, la Villa Nuestra Señora de Regla de Baní se levantó con el esfuerzo primigenio de quienes concibieron el sueño de fundar esta comunidad. Hoy, a pesar de los signos degradantes que promueven el progreso personal como modelo de prosperidad, es necesario destacar los sanos ejemplos que se muestran cuál monumento a la unidad.
Los ferreteros, constructores y profesionales del área forman parte de ese reducto de munícipes que han decidido tomar distancia del individualismo para esculpir las frases lapidarias que permanecerán vivas, iluminando los sueños de progreso de cientos de jóvenes emprendedores que se abrirán paso en el camino del desarrollo con la visión preclara de que podemos y debemos juntarnos para hacer realidad los proyectos que anhelamos. Y así, y sólo así, saldremos adelante sin los tradicionales obstáculos que limitan nuestro avance.