CUANDO ASOMA LA TRAGEDIA…
Nadie podía imaginar que el centro de la ciudad capital se llegaría a inundar. Nunca había ocurrido. Por tanto, sin anuncios de tormentas, sin pronósticos a la vista, pensar en esa posibilidad sólo se le ocurriría a los pesimistas. Y es que las temporadas de lluvias sólo asustan, atormentan y