No se trata de buscar quien tiene o no la razón, como tampoco venimos a congraciarnos con ninguno de los bandos enfrentados por una situación que pudo haberse evitado con un diálogo. Nos referimos al caso de los letreros colocados por la doctora Vianela Bello de Pol en diversos sectores de la ciudad, ~con las buenas intenciones-, de crear conciencia a la población en aspectos tan importantes como el saneamiento ambiental y la seguridad ciudadana.
Así, la doctora Bello de Pol, de la mano de su esposo, fue colocando en lugares estratégicos los referidos rótulos, alertando sobre la existencia de cámaras de vigilancia, mientras que en la berma del canal Marcos A. Cabral motivan a no arrojar desechos en el área. Hasta ahí una acción loable, digna de aplaudir. Sin embargo, en un municipio que cuenta con autoridades y normas legales que deben ser respetadas, toda acción debe ser coordinada con las entidades facultadas a aprobarlas. Tomar iniciativas unilaterales, sin consultar a las autoridades competentes, implica un choque frontal como el que se acaba de producir a raíz de la notificación hecha por el Departamento de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento Municipal instando a retirar los letreros colocados, tras alegar que los mismos no cuentan con los referidos permisos.
La comunicación del cabildo resalta que de no cumplir con el retiro de dichos letreros, se verán obligados a acudir ante los tribunales. Esto encendió las redes sociales, en uno y otro sentido. Y aunque nadie duda de las sanas intenciones de sus creadores, entendemos que la situación fue provocada por falta de comunicación, ya que de haberse canalizado la aprobación por la vía correspondiente, seguro que habría contado con los permisos pertinentes. La realidad es que nadie puede atribuirse el derecho de colocar letreros en áreas públicas sin los debidos permisos y sin la autorización expresa de las autoridades del municipio.
Peravia Noticias reitera el llamado a dialogar para superar todas las dificultades, reconociendo que Baní es una familia y todos procuramos lo mejor para nuestro pueblo y nuestra gente.
Antes de confrontar vamos a dialogar, entendiendo que todo debe comenzar por respetar las normas y resoluciones municipales. En otras palabras, hay que respetar a las autoridades.