Los llamados partidos polรญticos democrรกticos, los que invocan defender la Constituciรณn de la Repรบblica y se autoproclaman abanderados del respeto a los ciudadanos, ayer abogaban por la celebraciรณn de primarias simultรกneas para la escogencia de sus candidatos a cargos electivos. Todos, absolutamente todos, estaban convencidos de la importancia de presentar ante el electorado a ciudadanos con arraigo social, y sobre todo, aprobados por las bases de sus respectivos partidos. Ese era el argumento fundamental para asumir las primarias o convenciones internas como el mรฉtodo ideal para llegar a la contienda electoral con candidatos potables, con grandes posibilidades de ganar.ย Asรญ ocurriรณ en el aรฑo 2020, cuando las bases acudieron a votar masivamente, reconociendo que las primarias se constituรญan en una victoria para la democracia en un sistema polรญtico como el nuestro, dominado por las exclusiones, las zancadillas y los acuerdos de aposento. Y la historia estรก escrita. Nadie la puede ocultar. En el pasado proceso electoral los dos grandes partidos, el de la Liberaciรณn Dominicana y el Revolucionario Moderno fueron al proceso, bajo la organizaciรณn de la Junta Central Electoral, uno utilizando el padrรณn cerrado y el otro con el padrรณn abierto. A escasos dรญas para cumplir cuatro aรฑos, la junta dejรณ en manos de los partidos escoger el mรฉtodo para elegir sus candidatos y, oh sorpresa.!! Ahora los mรฉtodos son variados, siendo el mรกs ponderado por las cรบpulas dirigenciales, el mรฉtodo de las encuestas, las que para algunos pudieran degenerar en reservas encubiertas. Cabe recordar que las primarias fueron concebidas por el doctor Peรฑa Gรณmez para fortalecer la democracia interna en el Partido Revolucionario Dominicano, tras considerarlas como el eje democrรกtico que hace girar el sistema de partidos en la mayorรญa de las naciones del continente. Ahora que las primarias estarรกn ausentes, que tanto el partido oficial como los principales de oposiciรณn optaron por las encuestas, se percibe el temor de los aspirantes y de los propios militantes porque desde las altas cรบpulas se pudieran seleccionar con el dedo a los individuos que representan sus intereses. El temor es que la encuesta, lejos de realizarse de forma seria, sea una imposiciรณn encubierta.
Por quรฉ desdeรฑar las primarias como mรฉtodo de participaciรณn popular que fortalece el sistema de partidos, sacando a la luz el verdadero sentir de los militantes? Por quรฉ mantener el criterio de que para optar por ser sometido a una encuesta hay que pagar sumas exorbitantes, que llegan hasta el millรณn de pesos? No serรก esta la nueva modalidad de exclusiรณn para alejar de las contiendas internas a los que con liderazgo social carecen de recursos econรณmicos para garantizar su participaciรณn? El pueblo tiene derecho a cuestionar y ya estรก diciendo que esas exageradas cuotas son violatorias de la ley electoral y de la Constituciรณn de la Repรบblica, en lo relativo a la participaciรณn de los ciudadanos en igualdad de condiciones. Ojalรก que prime la sensatez en el sistema polรญtico nacional para que fluya la credibilidad y perdure la democracia.
