Cuando fuimos enterados del secuestro de una adolescente de 15 años en el sector Villa Tapia, de San Francisco de Macorís, jamás imaginamos que la acción perpetrada por individuos, presuntamente del narcotráfico, tendría su desenlace en Baní. Y es que hasta ayer lo que se había difundido a través de las redes sociales era el grito desesperado de su madre clamando por la vida de su hija. La noticia del rescate tomó por sorpresa a la población banileja, ya que el informe policial dio como resultado la muerte de un hombre de nacionalidad colombiana, el cual fue abatido en una finca ubicada en Fundación de Peravia.
La Dirección Sur Central de la Policía Nacional, a través de los miembros del Departamento de Investigaciones Criminales, conjuntamente con el Departamento Anti Secuestros y la Dirección Regional de Investigaciones de San Francisco de Macorís, llevaron a cabo la operación que permitió el rescate de dos personas, ya que además de la adolescente, también fue liberado el señor Luís Rafael Domínguez Rodríguez, residente en el sector Jamao de La Vega.
Obviamente, más allá de la acción delictiva, a raíz del desenlace donde fue ultimado el colombiano Jhon Fredy Medina Arrieta, debemos reflexionar sobre los tentáculos del mundo del narcotráfico en la provincia Peravia. Recordamos que hace más de una década, un ciudadano Colombiano asesinó al señor Manolo Andújar, para luego darse a la fuga y hasta el sol de hoy no se conoce de su paradero. Por supuesto, en esta ocasión debemos valorar la acción rápida de la Policía Nacional, entidad que continúa identificando a otros secuestradores involucrados en en el caso, entre ellos varios individuos conocidos como “Odelin”, “El Colombiano”, “El Paisa”, “El Venezolano” y otros que están en proceso de identificación.
Ojalá que al igual que este caso, podamos contar con la intervención diligente de las autoridades para dar con los responsables de crímenes cometido en este municipio. Sobre todo, aquellos cuyas características, a todas luces apuntan hacia el litoral del narcotráfico. Y es que las modalidades de secuestros y sicariato están aflorando en el territorio nacional como evidencia peligrosa de la existencia de bandas internacionales que burlan la vigilancia de las autoridades.
Vamos a prestar atención a lo que está ocurriendo hoy porque mañana podría ser demasiado tarde.