Cuando se atiende de manera oportuna el reclamo de cientos de ciudadanos que durante años han visto desfilar múltiples autoridades sin que se detuvieran a escucharlos. Peor aún, parecían escucharlos y prometían gestionar la solución del problema. En esa larga espera vimos partir del mundo de los vivos a decenas de líderes comunitarios sin que lograran celebrar la construcción del muro de contención de las aguas del río Baní. Por esa razón, ayer nuestra nota editorial estuvo enfocada en el reclamo de los comunitarios de Villa Majega, del Riviera del Sur, Los Melones, Santa Rosa, El Corbanal y Mata Gorda. Todos esos sectores vulnerables son presas del espanto y la desesperación cuando se acerca la temporada de lluvias, y aunque muchas familias parecen estar lejos de la orilla, quienes conocen la historia de las crecidas ocurridas en épocas pasadas, no descartan que el río Baní haga el recorrido sorpresivo por esos lugares densamente poblados. De ahí la preocupación de quienes desde los medios de comunicación conocemos la situación.
Obviamente, nos reconforta la información hecha por la gobernación provincial donde nos invita al acto de inicio de los trabajos de canalización y construcción del muro de gaviones, el muro de contención que brindará protección a las familias que residen en los sectores antes citados. Un anuncio esperanzador, que llega en momentos en que salimos de un disturbio tropical que barrió con unas 23 casuchas ubicadas en la parte baja de la cuenca del río, con el desafío de continuar afectando a comunidades completas. Por eso debemos aplaudir que las autoridades gubernamentales hayan acudido a tiempo al llamado urgente de los ciudadanos, porque la construcción del muro de gaviones permitirá preservar la vida de miles de personas que cada año se convierten en candidatos a refugiados en hogares vecinos y en centros educativos. Otros no han corrido con la suerte de refugiarse a tiempo y hoy no viven para contarlo.
La realidad es que mañana, debajo del puente, a las nueve de la mañana, fuimos invitados al inicio de los trabajos para la construcción del muro de gaviones. Al parecer, Dios y las autoridades, están escuchando las oraciones de quienes durante décadas vienen sustentando ese reclamo.