Peravia, R.D.
Los vendedores de frutas ubicados en paya de han extralimitado en la instalación de sus puestos de ofertas.
Ya no tan solo ocupan la acera, sino que se han ido a áreas de la peligrosa vía. Pero lo alarmante del caso es que todo pasa como si fuera algo normal.
Los vendedores sin importarle en nada la vulnerabilidad que han creado, siguen operando sin que diga presente con los correctivos necesarios la autoridad competente.
La vida de los transeúntes, peatones y la de los mismos pequeños comerciantes, se encuentra en constante riesgo.
Como van las cosas, los vendedores de frutas como el mango dejaran poco espacio para el buen tránsito de los vehículos.
En este lugar en cualquier momento podría producirse un desastroso accidente por la mirada indiferente de obras públicas y de las autoridades distritales ante el inminente peligro.