Cuando observamos las partidas presupuestarias relativas a la inversión del Estado en las provincias, surge la pregunta del por qué, – año tras año- la provincia Peravia se encuentra entre las menos favorecidas.
Ante esa realidad, previo a la contienda electoral del año 2016, el Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz propició un debate con los candidatos a la alcaldía y senaduría, del municipio y la provincia, entendiendo la necesidad de presentar a los electores las propuestas contenidas en sus programas de gestión. Y allí, ante un amplio auditorio, se recogieron las ofertas de campaña, con el consabido de que ni una sola de las promesas ha sido cumplida hasta la fecha.
Y seguimos preguntando, como dice la bachata, ¿por qué es tan difícil que continúen construyendo los muros de gaviones en el río Baní? ¿Por qué a más de una década de haberse iniciado los trabajos de construcción del acueducto múltiple de la provincia Peravia seguimos esperando que llegue el agua potable a varios sectores de la ciudad? ¿Por qué seguimos con el caos en el tránsito urbano? ¿Por qué los funcionarios se hacen de la vista gorda frente al colapso del sistema sanitario? Y así podemos continuar con el rosario de necesidades que merecen ser atendidas por las autoridades.
Es preocupante que cada año estemos sumando nuevos problemas sobre aquellos que por décadas venimos reclamando soluciones sin recibir respuestas del Estado. De ahí el clamor generalizado de un pueblo que aboga por la unidad de todos los sectores para impulsar un plan de desarrollo provincial que garantice incluir las obras prioritarias en el presupuesto nacional.
Sabemos que son muchas las necesidades, y que cada comunidad tiene sus prioridades, pero una por una deben ir desfilando por el camino de las realizaciones, porque en la provincia Peravia estamos cansados de promesas.