Nadie es capaz de frenar el espíritu festivo que precede a una victoria, salvo en situaciones extremas donde se impone la razón por encima de las emociones. Desde la antigüedad, luego de triunfar en el campo de batalla, los ejércitos se disponían a celebrar junto al pueblo. De ahí la repetida sentencia: El que gana es el que goza. Una acción que surge del impulso por resaltar lo que hemos alcanzado a partir del sacrificio.
Celebrar es la respuesta a exaltar la dimensión de los resultados. Es una expresión de júbilo que no se puede reprimir en el seno de las multitudes que por un motivo especial se unen. Obviamente, en sociedades modernas, donde se han superado las debilidades de la política tradicional medieval, las fiestas son realizadas bajo el manto de la prudencia, la decencia y el respeto a los ciudadanos, entendiendo que todos formamos parte del juego de la democracia.
Por igual es digno reconocer el derecho a celebrar, por lo que rechazamos de manera enérgica la agresión perpetrada contra la caravana que celebraba la victoria del candidato a la alcaldía municipal de Nizao por el Partido Revolucionario Moderno, en un hecho atribuido a seguidores del candidato del Partido Reformista Social Cristiano, quienes alegan haber ganado en esa demarcación electoral.
La información ofrecida a la prensa destaca que la caravana encabezada por Eliezer Guerrero fue objeto de una emboscada, donde tres personas resultaron heridas de balas, por lo que debemos hacer un llamado urgente a la cordura en medio de la intransigencia.
Ojalá que después de un proceso electoral que ha merecido los más grandes reconocimientos por los niveles de civismo alcanzado por los ciudadanos, no se vea empañado por el fuego de las pasiones desenfrenadas de quienes no muestran capacidad para participar en la fiesta de la democracia.
Una respuesta a «LO QUE NO DEBE OCURRIR…»
Excelente editorial