Un hombre que se dedicaba a la reparación de abanicos y a otros artefactos eléctricos, le sorprendió la muerte en la tarde de este lunes en el sector Santa Rosa.
Máximo Lara, de 66 años de edad, al sentir malestar supuestamente de gripe acudió a la unidad de atenciones primarias de la barriada donde le recetaron un jarabe que de inmediato compró.
Maximinio, o Chimi, como era conocido en Santa Rosa, próximo a la una de la tarde en su hogar ubicado a la parte Sur presentó cierto estado crítico de salud con vomito en sangrado.
Cuando era trasladado en la parte trasera de una camioneta, falleció, por lo que su cadáver fue llevado a su casa en el mismo vehículo.
Aunque se ignoran las causas de muerte de Máximo Lara, su cadáver es expuesto en velatorio a la parte Sur de donde operaba el antiguo colmadón, Las
Cuatro Esquinas.
El vecindario del Chimi, ha lamentado su muerte ya que se trataba de una persona, muy alegre y servicial