Cuando la población advierte que las imprudencias y acciones que se practican fuera de las normas legales conllevan sanciones para los infractores, asumen actuar con apego al cumplimiento -al que estamos llamados- todos los ciudadanos. El peor daño a la institucionalidad democrática consiste en pasar por alto los malos actos cometidos por individuos que se colocan por encima de las leyes y resoluciones municipales.
Es entendible que si todos somos iguales ante la ley, es un deber respetar y obedecer en igualdad de condiciones. Nadie está por encima de la ley.
Desde esa realidad, no se concibe que un ciudadano se apropie -de lo que en justicia- nos pertenece a todos. Así lo observamos en barrios y residenciales donde se construyen edificaciones violando las normas municipales. Esto de por sí, merece la acción directa de las autoridades, tal y como lo están haciendo los funcionarios del Departamento de Planeamiento Urbano del ayuntamiento. Mantener el respeto, procurando que las cosas se hagan conforme a los requerimientos de las normativas legales es un gran aporte al desarrollo de una ciudad que registra un crecimiento poblacional acelerado, y que por debilidades del pasado hoy cuenta con barrios con callejones por donde no pueden penetrar los camiones al servicio de la limpieza y el ornato de la ciudad. Los ciudadanos tenemos derecho a aspirar a un modelo de ciudad donde impere el orden, sin importar el nivel social o económico de quienes incurran en violaciones. Ojalá que estas medidas alcancen por igual a quienes dejan a la arena y otros materiales de construcción en plena calle sin ninguna señal de peligro, así como también a quienes abren zanjas y se olvidan que ponen en riesgo la vida de conductores de vehículos. Por esas causas hemos perdido amigos y conocidos, sin que nadie asuma responsabilidades por las lesiones y traumas causados. Esto, sin contar los daños que ocasionan a la ciudad en épocas de lluvias, ya que dichos materiales son esparcidos por todas las vías. Otros que dañan y ensucian son los camiones volteos que pasan sin lonas por el mismo centro.
En definitiva, apoyamos los esfuerzos de las autoridades para hacer cumplir las disposiciones municipales, comenzando por orientar a los ciudadanos. Sería conveniente plantearse entre las tantas prioridades, la creación de los tribunales municipales, con el fin de establecer sanciones ejemplares a quienes violen las leyes y resoluciones que atañen a los municipios. Eso sería de beneficio en un pueblo donde muchos ciudadanos actúan como “chivos sin ley”
En Galeón protestan ante intención de instalación de planta asfáltica
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐂𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐆𝐚𝐥𝐞𝐨́𝐧 𝐬𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐢𝐟𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐬𝐭𝐚𝐥𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐚𝐬𝐟𝐚́𝐥𝐭𝐢𝐜𝐚, 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐞𝐧, 𝐜𝐨𝐦𝐨