Y no es para celebrar, ya que no se trata de una posición envidiable. Estamos en primer lugar en positividad del COVID-19. Lo que nunca alcanzamos en los momentos más difíciles, cuando se dió la voz de alarma y comenzamos a vivir los efectos nocivos de la pandemia del coronavirus.
Para la ocasión, la gran mayoría sentía temor, se protegía y asumía acatar las medidas de prevención. Sin embargo, con el correr del tiempo, la población ha ido perdiendo conciencia sobre el peligro que encierra el COVID-19, dando riendas sueltas al deleite, las fiestas y actividades donde se congregan grandes cantidades de personas sin las mínimas medidas de protección requeridas, con el agravante de que ni las autoridades se ven activas en atención al cumplimiento de dichas medidas.
Es decir, estamos sueltos, sin control, asumiendo que todos estamos orientados sobre lo que está pasando.
Para citar un ejemplo, veamos lo que está ocurriendo en la provincia Peravia, donde en estos precisos momentos más gentes se está muriendo por culpa de una pandemia que se niega a salir del escenario de nuestro pueblo.
Según el boletín epidemiológico número 578 emitido por el ministerio de salud pública, se registraron 23 casos nuevos de COVID-19, mientras que llevamos meses alcanzando cifras alarmantes de contagios. Tras 59 pruebas procesadas en las últimas horas, encontrar que 23 dieran positivo es un motivo para meditar sobre la situación que estamos atravesando.
Ya el número de acumulados asciende a 3 mil 648, mientras que 3 mil 397 personas fueron recuperadas. Ya contamos con 181 casos activos en la provincia. Estamos en primer lugar de positividad, estamos arriba en una posición nada grata, porque registramos ayer un 28.75 por ciento en ese renglón, mientras que contamos 70 defunciones acumuladas, aunque para muchos estás cifras de muertes han sido mal contadas.
La realidad es que debemos estar preocupados por el crecimiento vertiginoso de las citadas cifras, y todo apunta a que seguirán su ritmo ascendente.
Mientras observamos en el ambiente cómo se está comportando la gente, tirada al gozo y el deleite, sin pensar en lo que está ocurriendo con hospitales que han sobrepasado la capacidad para recibir pacientes contagiados. Como se dice comúnmente, no hay camas para tanta gente.
De ahí el llamado a actuar con prudencia, tomar las medidas pertinentes y evitar las concentraciones de personas, pero sobre todo, debemos vacunarnos, tomando en cuenta que tenemos el compromiso de frenar la expansión del coronavirus en esta provincia. Estar alante, en el primer lugar de contagios, habla muy mal de nosotros en la provincia Peravia.