Se trata del proyecto de reforma del Código Penal, la más vieja aspiración de una sociedad que no resiste más continuar con un código que se ha ido quedando desfasado con el paso de los años.
Todos estamos de acuerdo. El Código Penal debe ser reformado para actualizarlo conforme a la realidad social que vive la sociedad dominicana.
Sin embargo, hay temas que son objeto de controversias como la disminución de las penas por violencia intrafamiliar, la eliminación de la violencia verbal y una excepción para que los padres ejerzan la disciplina en el hogar.
Estos son los que se han sumado a los que ya conocíamos y teníamos como los más controversiales que mantienen retrasados los trabajos de la reforma.
Ha trascendido que en las últimas reuniones de la Comisión Bicameral que estudia la pieza legislativa no se han podido poner de acuerdo por falta de consenso, y en otra ocasión, por falta de quórum. Mientras tanto, los ojos del país están puestos en quienes tienen la encomienda de dotarnos de una herramienta que permita fortalecer el sistema de justicia.
Hoy los legisladores volverán a reunirse y lo mínimo que esperamos es que se logren avances. Recordamos los cuestionamientos del pasado 10 de octubre por el tema de las relaciones sexuales no consentidas entre parejas, ya que no fue considerada con la misma pena que una violación sexual.
Ahora la comisión decidió retomar la redacción inicial del proyecto de ley del Código Penal, buscando que ambos delitos sean sancionados con las mismas penas de 10 a 20 años de prisión.
El cambio se logró durante la estadía de la comisión bicameral en un resort. Y otro muy significativo, es aquel que busca disminuir la prescriptibilidad de la persecución por la corrupción y otros delitos en contra del patrimonio público.
Y para fines históricos, los ciudadanos deben saber que en la República Dominicana tenemos un Código Penal que entró en vigencia el 20 de agosto del año 1884, por lo que realmente debe ser reformado. De ahí las expectativas de los ciudadanos para que se haga un trabajo digno, eficiente y útil para el ejercicio pleno del derecho, sin puntos oscuros que limiten la aplicación diáfana de la justicia en una sociedad tipificada como corrupta.
Esperemos el desempeño de nuestros congresistas porque queremos un Código Penal que responda a los requerimientos de la sociedad dominicana.