La sociedad dominicana registra altos niveles de violencia, acentuándose cada vez más los grotescos episodios que terminan en tragedias lamentables, donde la mayoría de las víctimas son mujeres. Son muchas las historias conocidas donde parejas resultan atrapadas en el círculo de violencia que termina causando daños físicos, sexuales o psicológicos. Es a partir de esa realidad que las Naciones Unidas tipifica como violencia, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, entre otras acciones que se originan en el seno del hogar. Partiendo de esas premisas, celebramos ayer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para denunciar la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. La celebración inició con el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa, de manos de la dictadura trujillista. La jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134, el 17 de diciembre de 1999, entendiendo por violencia contra la mujer, todo acto de violencia basada en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. Justo en el día de ayer, el Tribunal Constitucional, reunido en sesión solemne en el municipio de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, aprobó la resolución 10/21 donde se destaca que el país tiene una deuda permanente con las hermanas Mirabal, reiterando al Congreso Nacional, la exhortación de convertir en ley el proyecto que crea el Sistema Integral para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, a propósito de conmemorarse el 61 aniversario del cruel asesinato de las tres hermanas. Abogamos por la igualdad entre mujeres y hombre, por un clima de convivencia donde se desmonten los actos de violencia. Hay que frenar los factores causales de feminicidios y maltratos de todo tipo. La sociedad dominicana debe ser encausada por la cultura de los valores que consagran el respeto al ser humano. No a la violencia, tomemos conciencia.
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𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐃𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐞𝐬𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐚𝐧̃𝐨, 𝐞𝐥 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐨́ 𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚́𝐧𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐨𝐱𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐫𝐞𝐬