Las empresas distribuidoras de electricidad (Edes) podrían ser operadas y gestionadas por el sector privado mediante una alianza público-privada, según dio a conocer ayer el director ejecutivo de la Dirección General de Alianzas Público Privadas (DGAPP), Sigmund Freud.
El funcionario explicó que ya el Gobierno recibió formalmente una propuesta de alianza público-privada para que las Edes sean administradas por el sector privado, un proyecto sobre el que se ha trabajado durante los últimos meses para Edenorte, Edesur y Edeeste.
Freund agregó que este plan se ha discutido con firmas internacionales, tales con el Consejo Unificado de las Edes y con el Gabinete Eléctrico. Aclaró que no se trata de privatizar las edes, sino de capitalizarlas. El Estado no venderá sus activos, sino que el sector privado se encargará de la gestión de las distribuidoras y de ejecutar un plan de inversión que conllevará cerca de US$1,600 millones en los próximos seis a siete años.
Con estos recursos, destacó Freund, el sector privado deberá encargarse de mejor las infraestructuras eléctricas, las líneas de las subestaciones, el sistema de comercialización y la eficienciación del sistema energético nacional.
Freund informó que con este proyecto se trabajaría en un subsidio focalizado y no general, a través de la tarjeta de Solidaridad u otro mecanismo, citando de ejemplo que si a una persona se le subsidiarán 150 megas de electricidad todos los meses, si consume más de lo estipulado deberá pagar a partir de ahí, un modelo que funciona en varios países.
Enfatizó que mediante esta alianza público-privada el Estado se desprendería de esos US$1,000 millones que debe destinar a las Edes y puede invertirlos en la construcción de otras obras.
También, señaló que el plan busca que el gobierno se quite esa carga y que se mejoren todos los sistemas de electricidad.