Las cifras delatan los pocos resultados de un plan de registro cuyo fracaso fue anunciado a pesar de los esfuerzos de las autoridades. Y es que de casi tres millones de motocicletas, a dos días de vencerse la prórroga, sólo se habían registrado alrededor de 600 mil. Sin embargo, la frustración es compartida por los auspiciadores del Plan Nacional de Registro de Motocicletas que inició en junio del pasado año, con el objetivo de contribuir con la Estrategia Nacional de Seguridad Ciudadana: “Mi País Seguro” que dirige el Ministerio de Interior y Policía.
Cuando evaluamos que a más de un año de implementado el plan se han presentado cifras tan bajas, es una evidente señal de fracaso. Según la Dirección General de Impuestos Internos, el parque vehicular en la República Dominicana supera los 5 millones, de los que el 55.8 por ciento son motocicletas. Esto equivale a casi tres millones de unidades motorizadas. Es decir, si de esa cantidad sólo se han registrado 602 mil, significa que no se ha alcanzado la cuarta parte de las que están circulando. Ya vencido el plazo el desaliento y la desesperación se apodera de quienes aún no han regulado su situación. Y todo porque de ahora en adelante los agentes de la DIGESETT comenzarán la colocación de multas a quienes no están regulados, y eso de por sí, conlleva presión y temor. Desde el inicio del plan las denuncias llovían por todos los medios de comunicación, señalando que el proceso era inadecuado por incómodo y desorganizado. Muchos dueños de motocicletas acudían durante tres días a hacer filas, dejando de trabajar para salir cabizbajos sin ningún resultado.
Recordamos que los usuarios deben ahora desplazarse a los lugares ubicados en algunas provincias, como las de Azua y San Cristóbal, donde deben llevar la cédula, motocicleta, casco protector, recibo de pago de la licencia categoría uno, que es la licencia exclusiva para motocicletas, y por supuesto, los 600 pesos. Obviamente, la garantía de propiedad es la matrícula.
La realidad es que la mayoría de la población se desplaza en motocicletas, y es un gran dolor de cabeza el tener que correr ante el asomo de la DIGESETT por falta de registro. Es oportuno señalar que muchos desean someterse al cumplimento de la Ley 63-17, que establece la obligatoriedad del casco protector rotulado con la placa de la motocicleta, con la documentación correspondiente para no tener que esconderse, pero no han podido hacerlo por múltiples razones. Lo peor es que los agentes de la DIGESETT les están incautando sus motocicletas por falta de la referida documentación.
Todos estamos de acuerdo con el plan de registro de motocicletas, es una disposición que se ajusta a las sociedades modernas, organizadas y avanzadas. Lo que no estamos realmente claros es en la estrategia de registros de esos vehículos. Es preciso escuchar las críticas que se están haciendo frente a un método considerado fuera de lógica, en lo referente al tema de las licencias exclusivas para una motocicleta. Ya veremos y escucharemos las reyertas ocasionadas en torno a las famosas redadas.