Desde su fundación en esta ciudad, a casi catorce años de vida institucional, el centro UASD Baní será dirigido por primera vez por una mujer. Y como tenía que ser, la celebración llegó por partida doble porque la maestra Luz del Alba Dirocié estará acompañada por la maestra Flor Pepén, como subdirectora. Sin dudas, un acontecimiento histórico que llega en un momento donde la población banileja está llena de expectativas a raíz de la visita del presidente de la República, Luis Abinader, quien vino a colocar el primer block para el inicio de la construcción de la Ciudad Universitaria.
Ahora que tenemos en la dirección del centro universitario de la UASD, a una maestra con liderazgo, de vocación de servicio, apegada a la filosofía humanista que trasciende por sus desvelos por el desarrollo del arte, las ciencias y la cultura, apegada al respeto por los valores y tradiciones que definen nuestra identidad, podemos afirmar que estamos en el umbral del crecimiento, tanto académico como estructural, de un centro universitario que está llamado a jugar un rol estelar en el proceso de transformación social, profesional y cultural de toda una región que apuesta al desarrollo humano. Ayer, en un acto simbólico, ante la presencia de las autoridades, estudiantes y líderes comunitarios, asumió Luz del Alba, la maestra que tiene la encomienda de impulsar un programa de gestión que conecte con la población, entendiendo que la universidad no puede estar ausente de los debates, propuestas, ideas y proyectos orientados a formar mejores ciudadanos, con espíritu crítico, solidarios y de ideales democráticos.
De igual forma, es oportuno abogar por la unidad de todos los sectores de la sociedad, para que se haga realidad el sueño de convertir el centro de la UASD en un faro de luz que atraiga a la juventud al redil de la educación como elemento ideal para avanzar por las sendas del progreso. Al tiempo de felicitar a las maestras que asumen el compromiso de trabajar por el fortalecimiento de nuestro centro, es propicia la ocasión para mirar hacia el horizonte con optimismo, convencidos del potencial del personal docente de nuestra universidad, de los invaluables aportes que viene haciendo en el área de la investigación, de la transformación tecnológica, y más aún, por la impronta académica de la universidad primada de América, reconocida en todo el continente.
Ahora que dos maestras consagradas acaban de dar un paso al frente, debemos desearles que sean coronadas por el éxito. ¡Enhorabuena, llegó Luz, a la dirección del centro de la UASD!.