La respuesta podría ser otra, pero más que eso lo que interesa a la población banileja es conocer el por qué no están recibiendo agua potable en sus viviendas. La situación se torna insoportable. Conocemos sectores del mismo centro de la ciudad que llevan dos semanas sin que les caiga una gota de agua. Ya podrán imaginarse los sinsabores que pasan las amas de casa, así como lo oyen. En el sector Los Morenos, tienen dos semanas clamando para que los funcionarios del INAPA resuelvan un problema que nadie aguanta. Así ocurre en muchos sectores del municipio, donde se acuestan y se levantan con el dolor de cabeza que significa disponer de recursos para comprar un tanque de agua. Porque para desgracia no tienen cisterna para acumular el agua necesaria para pasar las dos o tres semanas que se torna escasa. De ahí el malestar de los ciudadanos que están conminados a comprar botellones de agua hasta para bañarse. La realidad es que los funcionarios locales del INAPA no están funcionando. Por lo menos eso es lo que observa el pueblo.
Ahora que escuchamos que el acueducto de la comunidad del Cañafistol será ampliado. Y que está en fase de licitación, esperamos que cumpla con la misión de cubrir las necesidades de los comunitarios. Y más arriba, en la zona norte, esperamos que el INAPA ponga fin al viacrucis que significa la falta del preciado líquido, porque el agua es vital para la vida.