De nuevo la acogedora y siempre hospitalaria ciudad de Banî abre las puertas para recibir a quienes vienen a compartir en el marco de una de las ferias más importantes de la República Dominicana. De nuevo el protagonista es el mango, el embajador más reconocido y aclamado, el que pasea por el mundo dejando su impronta de calidad incuestionable y tiene las llaves para traspasar fronteras insospechadas. Y es que el mango banilejo es una de las frutas más apetecidas en todos los rincones del planeta. Él es el que nos proyecta como “la Capital del Mango” con su aroma y sabor exquisito. De ahí que sea el motivo para llegar hasta aquí, y entrar al escenario de una feria que durante 19 años ha venido presentando las innovaciones que se están dando en la siembra, cosecha y comercialización de nuestra emblemática fruta.
Obviamente, del siete al once de junio, en la plaza de la cultura Joaquín Sergio Incháustegui y todo el espacio del parque central Marcos Antonio Cabral, estaremos contemplando las múltiples variedades de mangos frente a los más golosos comensales que vienen con la intención de disfrutarlos. Y como es tradición, la feria adquiere una dimensión especial porque abre las oportunidades para conocer los avances tecnológicos, llegar a las fincas y entrar en contacto con nuevas experiencias de cultivo y establecer acuerdos de negocios. Y más allá, crea las condiciones para fortalecer los vínculos de hermandad. Por aquello de que Banî es una familia.
En esta ocasión la feria está dedicada al ex presidente de la República, Ingeniero Hipólito Mejía, un promotor destacado de la siembra de mangos en la provincia Peravia. De ahí que no se hable más, vamos a la feria, vamos a disfrutar del programa de actividades donde no pueden faltar los elementos culturales que definen la identidad de un pueblo que se levanta con la fuerza del trabajo de nuestra gente. De nuevo estamos de feria y el mango nos invita a acompañarlo.