Cuando nos aprestamos a pasar balance a lo que hemos alcanzado durante el año que está a punto de terminar, tomando en cuenta las expectativas que se ha creado la población, podemos afirmar que hemos logrado poco, a juzgar por el cúmulo de necesidades que fueron recogidas en el diagnóstico realizado por los miembros del Consejo de Desarrollo Provincial y que no han tenido la dicha de ser llevadas a la Agenda Nacional de Desarrollo. De hecho, para la mayoría de la población de nada ha servido el trabajo de este organismo porque las obras definidas como prioritarias no se han podido insertar en el presupuesto general de la nación.
Obviamente, los diversos sectores que conforman la provincia Peravia, conocen a fondo cuáles son sus prioridades, aunque entre ellas contamos una que beneficiará a la región, por tratarse de la avenida de circunvalación que facilitará el desplazamiento de vehículos evitando los tediosos tapones que irritan a los conductores.
Otra de las más demandada ha sido la Ciudad Universitaria, la que se ha convertido en una necesidad para toda la región Valdesia, porque son miles los estudiantes de las provincias aledañas que buscan en el Centro UASD Baní el pan de la enseñanza. Sin embargo, la obra se sitúa entre las tantas promesas que están fuera de la agenda del gobierno.
El balance, sin ánimo de exagerar, es negativo porque nos quedamos sin la continuación del muro de gaviones en el río Baní, tampoco se ha podido inaugurar el acueducto múltiple de la provincia Peravia, y aunque se ha anunciado que sólo faltan unos 70 kilómetros de asfato para poner fin al calvario de muchas comunidades, todavía se está a la espera de que entren los equipos y maquinarias a varias secciones y parajes del municipio. Es decir, las demandas sentidas no han sido atendidas por las autoridades y hasta donde se sabe, no conocemos la cantidad de recursos que le han sido asignados a la provincia para el próximo año.
Ojalá que en el tramo final, en los días previos a la despedida del 2019 y el advenimiento del 2020 podamos recibir las buenas nuevas de que una de las principales demandas de la población banileja se encuentra contenida en el presupuesto de la nación, aunque en lo relativo a la avenida de circunvalación, ya no creemos en anuncios de licitación que sólo sirven para marear a la población.