Ayer tras entrar en vigencia las nuevas disposiciones del gobierno, extendiendo el horario del toque de queda hasta la siete de la noche y permitiendo, que los establecimientos comerciales de expendio de bebidas alcohólicas operen con un sesenta por ciento de su capacidad, se dio todo un desastre, ya que se violentó lo dispuesto por el gobierno.
Muchos colmadones y drinks de la ciudad abrieron sus puertas permitiendo aglomeración de personas, sin usos de mascarillas y sin guardar el distanciamiento social.
La mayoría de los negocios donde se dio un desenfreno, siguieron abiertos en medio del toque de queda y provocando molestosos ruidos.
El desorden y desobediencia mayúscula se pudo apreciar en los colmadones y drinks ubicados en la calle Duvergé, entre Las Carreras y la Andrés Santana.
Por este tramo de vía no se podía transitar ya que los vehículos y personas, agrupadas, ocuparon la acera la calle.
Jóvenes de ambos sexos se divertían sin mantener el distanciamiento, sin el uso de mascarillas y sin la asimilación de otras medidas que son imprescindible para evitar el contagio con el coronavirus.
Las autoridades llamadas a hacer cumplir las medidas sanitarias en este lugar lucieron por su ausencia.