Lo que ayer era un secreto a voces hoy está saliendo a la luz como una confirmación de la realidad que afecta a una sociedad golpeada por la corrupción y la impunidad.
Lo que muchos creían lejano, difícil y hasta imposible, está ocurriendo en un país donde los militares contaban con patentes de corso para actuar a sus anchas.
Y como nunca los auditaban, se comportaban como intocables, por encima de las leyes y la Constitución de la República. Es así como despertamos llenos de optimismo con los arrestos de militares involucrados en estafas y desfalcos al Estado.
Ya conocíamos de los primeros acusados, cercanos al redil del pasado presidente de la República, licenciado Danilo Medina, quienes fueron presentados en la primera parte de la Operación Coral. Pero, tal y como se había vaticinado, llegó la segunda parte denominada Coral 5G, con mayor alcance y profundidad, logrando identificar que del entramado de corrupción que funcionaba en los cuerpos castrenses y la Policia Nacional, no solo se beneficiaba al mayor general Adán Cáceres, Rafael Nuñez de Aza y Alejandro Girón Jiménez, arrestados en la primera etapa, sino que se favorecía además, a otros miembros que poseían niveles de dirección en las instituciones militares y que alegadamente se enriquecieron de forma ilícita.
Es así como, de forma preliminar, ya suman 14 los investigados que están en la mira del Ministerio Público. Entre estos, los generales Juan Torres Robiou, Julio de los Santos Viola y Boanerges Reyes, junto a cinco coroneles de la Fuerza Aérea, dos tenientes, dos capitanes de navío, un mayor de la policía y un primer teniente de la misma institución.
Según las Investigaciones del Ministerio Público, se ha establecido de manera preliminar, que a raíz del entramado fraudulento, que supuestamente instauró el mayor general Adán Cáceres, junto a sus colaboradores, estos amasaron grandes sumas de dinero, además de que adquirieron bienes, muebles e inmuebles que no pueden justificar con sus ingresos habituales.
Sin embargo, llama la atención que, según el organismo de persecución de la corrupción, más del 90 por ciento de las operaciones financieras hechas por la presunta red mafiosa, se hicieron en el Banco de Reservas, específicamente en la sucursal 550 de la avenida Venezuela.
De todo esto nos queda el mensaje de que estamos en una etapa de cambios, donde se aprecia la voluntad del jefe de Estado para ir saneando la administración pública. La muestra palpable es que están cayendo generales que se consideraban “Vacas sagradas”.
La Operación Coral 5G indica que van 49 allanamientos en la capital, Santiago y La Vega. Han caído del Ejército, de la policía y de la Fuerza Aérea y, según el Ministerio Público, entre ellos, el presunto entramado corrupto, cargaron con más de 4 mil 500 millones de pesos. Ay Padre Nuestro…