Vecinos que viven alrededor del parque de Nizao manifestaron que el desorden y la bulla continúan a pesar de que se reunieron con las autoridades municipales y policiales y con los implicados, para corregir esta situación En días pasados.
La señora Iris Guerrero, una de las afectadas al igual que su familia, expresó que después de la reunión se aplacaron un poco bajo amenazas, pero que el pasado primero de diciembre volvió el desorden.
Dijo que la ingesta de bebidas inicia desde la biblioteca hasta el hospital, arropando el banco de Reservas quienes, a su juicio, no deben permitir tampoco esta situación.
Otra afectada es Rafaela Mercedes, quien enojada afirmó que le cierran la entrada a su casa, le orinan su paredes y recibe insultos si reclama sus derecho, por lo que prefiere vivir fuera de su país por estos abusos.
En relación a la festividad del año nuevo que convierte al parque de Nizao y zonas aledañas en un vertedero, pasadas las once de la mañana obreros del ayuntamiento se mantenían recogiendo las basuras y botellas tiradas por todos lados.