Estamos cansados, irritados y preocupados por un problema cuya solución se espera con ansiedad. La ciudad no resiste más el congestionamiento del tránsito vehicular. Vivimos con la incertidumbre de no saber cuándo se tomarán medidas acertadas, serias y responsables, que permitan resolver un problema que nos proyecta como una sociedad atrasada, sin ordenamiento urbano.
Obviamente, son muchos los factores que han incidido para provocar el desorden en que nos encontramos, tomando como punto de partida el crecimiento poblacional desbordado, la emigración con el agravante de que vamos perdiendo los niveles de conciencia social, mientras vamos asumiendo conductas contrarias a los valores de respeto que hasta ayer definían la identidad banileja.
A todo esto se agrega la falta de autoridad de quienes están al frente de instituciones llamadas a organizar el tránsito en la ciudad.
Bajo esas condiciones, encontramos calles estrechas, conductores imprudentes, ciudadanos cuyas viviendas carecen de espacios para parqueos de vehículos, sin obviar las zanjas y hoyos que afectan el desplazamiento y la falta de señales de tránsito, y un largo etcétera que nos proyecta con un espacio desorganizado.
De ahí que saludemos la reunión convocada por el alcalde del municipio, ingeniero Santo Ramírez, para conjuntamente con Edesur, el INAPA y la DIGESETT, coordinar los trabajos que se llevan a cabo en las calles de la ciudad.
La convocatoria es alentadora, ya que busca eliminar los obstáculos que impiden agilizar el tránsito, en momentos en que el ayuntamiento realiza trabajos de construcción de badenes y remociones de capa asfáltica, en tanto que el INAPA trabaja en la abertura para la instalación de nuevas redes de distribución de agua, y Edesur, se enfoca en sustituir el cableado eléctrico colocando postes en los diversos sectores del municipio. Todo esto ha incrementado los tapones que se originan en las vías más concurridas.
La presencia de la DIGESETT como es de suponer, se atribuye a su misión de entidad que interviene de manera frontal en el ordenamiento del tránsito para que sea fluido, siguiendo las normas del respeto a la ley, como debe ser.
Valoramos como positiva la actitud del alcalde. El tránsito se torna insoportable a determinadas horas del día, y no podemos seguir cruzados de brazos. Sin embargo, es preciso organizar las paradas de motoconchos ubicadas en las esquinas, romper con el esquema de que frente a negocios existen paradas y estacionamientos permanentes, mientras otros ponen barreras para delimitar las áreas que según ellos les corresponden.
Vale decir que la DIGESETT no ha podido frenar la circulación de vehículos en vías contrarias ni la violación constante de los semáforos. Es tal la falta de respeto que se observa, que se está haciendo común parquear los vehículos sobre las aceras, mientras otros se estacionan como les venga en ganas, a la izquierda o la derecha, y que los demás se las arreglen como puedan. Son esos y otros factores los que están afectando el desenvolvimiento del tránsito. Y todo eso, sin olvidar a los choferes de minibuses que no cuentan con paradas establecidas, son los responsables del caos que se advierte en una ciudad digna de mejor suerte.