Los ciudadanos temblamos, sudamos y nos asustamos cuando escuchamos hablar de Reforma Fiscal. Y es que en los últimos años, los llamados ajustes y cargas impositivas caen sobre el indefenso pueblo que ve aumentar los precios de los artículos de la canasta familiar, la pérdida del poder adquisitivo y el aumento progresivo de los impuestos. Por esa y otras razones, cuando desde el gobierno se trata el tema, el pueblo tiembla.
Partiendo de esa realidad, nos anima que un grupo de 23 senadores firmaran un proyecto de ley tendente a evitar una reforma fiscal, en el cual plantean que sean eliminadas las exenciones, deducciones, y créditos o pagos que están contenidos en 39 leyes. Algo sorprendente, viniendo de un organismo del Estado dominicano que por tradición ha sido responsable de la aprobación de subvenciones a todos los niveles.
Obviamente, saludamos la iniciativa porque de ser aprobada reduciría a la mínima expresión el gasto tributario.
Sólo hay que comenzar por eliminar el fondo de asistencia social conocido como El Barrilito, el que vale decir, sólo tres senadores se han negado a recibirlo.
Otra de las medidas tiene que ver con la regulación salarial para que nadie gane más que el presidente y vicepresidente de la República, reduciendo los salarios de instituciones públicas como el Banco Central, la Junta Monetaria, la Superintendencia de Bancos y de Valores, así como también del Banco de Reservas, entre otras. Sin embargo, donde el proyecto más se calienta es con el tema de las exoneraciones, ya que se plantean suprimir las de vehículos y de cualquier naturaleza que reciban los legisladores, los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Constitucional, los miembros del Ministerio Público y los representantes del servicio exterior. Además busca reducir el gasto de publicidad de 4 mil 800 millones a 2 mil millones de pesos para el año 2022.
Eso, en otro idioma, son las exenciones, exoneraciones de impuestos, de combustibles para empresas y grupos de transportistas. Según afirman, para la aprobación cuentan con el respaldo de 29 senadores, por lo que afirman será aprobado en la sesión de hoy convocada por el Senado.
Finalmente, sin ánimo de ser pesimistas, estaremos observando el discurrir del proceso, ya que el proyecto se percibe como una actitud de fuerza frente a la solicitud de eliminar las exoneraciones de vehículos para los legisladores.
Ojalá que ocurra un milagro para qué por fin frenemos el despilfarro. Saber que con este proyecto de ley jamás se hablaría de reforma fiscal nos lleva a conocer que el Estado dominicano está siendo asaltado por grupos disfrazados de buenos ciudadanos.
La rebelión de los Senadores debe levantar al pueblo para que tomemos conciencia de lo que estamos viviendo en la nación dominicana. Y que no se hable más…